7 de octubre de 2011

Apariencias


 Nosotras (o yo sola) que presumimos de lo fuertes que somos, de que nunca nos harán daño o de que él está loco por nosotras. Resumiendo, que controlamos la situación.
Y la realidad es, aunque sea triste, que todas, sin excepción, cuando le vemos aparecer perdemos la razón, la fuerza, hasta las bragas.
Ahí está entonces el problema..

2 comentarios:

  1. Yo no soy fuerte, ni quiero serlo, por eso ya sé que no tengo la razón ni la fuerza cuando lo veo.

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  2. ¡Hola linda! Gracias por tu comentario, re dulce. Hace mucho que no pasaba, y como siempre, terminas teniendo la razón.
    Besos.

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